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El triste legado de la fábula de Tolkien


Publicado originalmente en el Daily Express, 12 Octubre de 2001, por Christopher Wilson
Versión original, en inglés:
TLOTR
Traducción: Alejandro Cosentino (Frodo) - Noviembre 2001

J.R.R.Tolkien, el legendario creador de El Hobbit, no vivió enteramente en la tierra de la fantasía. "Puedes tener la plata o puedes tener la gloria", suspiro mientras firmaba la concesión de los derechos cinematográficos de su obra cumbre, El Señor de los Anillos. "Pero no se puede tener las dos". Aquella firma, hace tanto tiempo, le dio dinero cuando lo necesitaba; y abrió el camino para el que este invierno (verano) aparentemente será el mayor suceso cinematográfico, La Comunidad del Anillo, protagonizada por Kate Blanchett, Sean Bean, Sir Ian McKellen and Sir Ian Holm. Pero una cosa es segura: cuando las estrellas desfilen en la premier del film de Londres en Diciembre, ningún integrante de la familia Tolkien estará allí para mezclarse con ellos.

Lo que debería ser un momento de celebración para todos los devotos de Tolkien, incluida su familia, tendrá matices de rencor. A pesar del presupuesto de 200 millones de libras y la perspectiva de dos episodios más de El Señor... en los próximos tres años, que aumentarán los ingresos por la venta del libro hasta niveles récord, los Tolkien no quieren saber nada del asunto.

El padre John Tolkien, hijo mayor de J. R. R. y cura católico retirado, dice que cuando se estrene la película toda la familia tendrá que esconderse. Su hermano Christopher, el ejecutor literario de J. R. R., "no vive más en Inglaterra y cuando viene aquí no usa su nombre real". De hecho, Christopher disfruta bastante la soleada y balsámica existencia que lleva en la cima de una colina en Provence, Francia, rodeado de sus muchos acres de tierra. La casa familiar, un dominio bellamente amueblado, muestra una evidencia amplia de la riqueza que se ha volcado en los cofres de la familia desde la muerte de J. R. R. en 1973. Otros hogares en Aix-en-Provence y Paris destacan su placer por una vida al sol y libre de miedos.

A pesar de su vasta riqueza, los Tolkien están enfadados con el film La Comunidad del Anillo. ¿Por qué? "Ante todo, no obtendrán ninguna ganancia de la película, y el film producirá millones y millones", dice alguien que conoce a la familia. "Ellos son muy cuidados acerca del dinero. Segundo, odian el film antes de haberlo visto siquiera porque el proyecto entero está fuera de su control."

Y el control es muy importante para los Tolkien. Aun cuando no tenía ninguna obligacion contractual de hacerlo (la firma de J. R. R. les quitó todos sus derechos) el director del film Peter Jackson se acercó a los Tolkien para preguntarles si les gustaría ser asesores en la pelicula. Sólo se encontró con negativas. En la opinión de David Day, autor de The Hobbit Companion ("Guía para El Hobbit"), la respuesta básica de ellos a casi todo es "No". "El trabajo de su padre es texto sagrado para ellos y piensan que cualquier cosa que no provenga de ellos, de los Tolkien, sólo puede arruinarlo", dice. Day, autor de 40 libros acerca del género Tolkien, se ríe ante la furiosa carta que recibió de Christopher Tolkien llamándolo "asno" y "más un ladron que un escritor". Day fue comisionado por los editores de Tolkien para escribir The Hobbit Companion, pero cuando el trabajo fue presentado ante Christopher "se puso furioso. Yo le dije, dígame lo que no le gusta y yo lo cambiaré".

Los Tolkien amenazaron con acciones legales y los editores descartaron el libro. "Me costó 10.000 libras y me llevó al límite de la bancarrota", dice Day.

Todo esto queda muy lejos de la Tierra Media, el hogar de Gandalf el mago y de Frodo Bolsón, creados por J.R.R. Tolkien con El Hobbit a principios del siglo pasado. Allí un antiguo anillo, perdido por siglos, ha sido encontrado y Frodo, un hobbit, es asignado para la tarea de hacer un viaje épico a las Grietas de la Montaña del Destino para destruirlo, enfrentando maldad y peligro en cada curva del camino.

Algo dulce e inocente. El mundo fantástico de Tolkien ha atrapado a generaciones de jóvenes desde que el primer libro de El Señor... fue publicado en 1954, pero las ventas han aumentado desde la muerte del autor. Sólo en los ultimos 2 meses se han vendido más copias de El Señor de los Anillos que los totales anuales típicos antes de la muerte de J. R. R.

Christopher, una figura alta e impresionante que recuerda a algunas de las creaciones de su padre, ha hecho del conservar una mano de hierro sobre lo relacionado a su padre el trabajo de su vida, usando su poder de veto sobre el más mínimo detalle. "Él tiene la ultima palabra hasta sobre cómo lucen los calendarios", me han dicho. Y hasta cierto punto, dicen los que conocen a los Tolkien, también deciden sobre el control de la calidad de los trabajos. Un intento anterior de hacer una película de El Señor de los Anillos fue un desastre absoluto, "aunque no en términos de venta de libros", dice un antiguo editor asociado. "La película era horrible, pero produjo un flujo enorme de gente que estaba interesada en leer lo que Tolkien había escrito. La familia igualmente hizo dinero."

Además los Tolkien se sienten como secuestrados por varias clases de chiflados que leyeron en El Señor de los Anillos y en El Hobbit cosas que claramente el venerable académico de Oxford nunca dedujo ni quiso decir. Hay abundancia de sitios en la red, y no todos ellos reflejan el acogedor mundo de Frodo Bolsón.

Pero alguien que ha tenido tratos con los Tolkien se cuestiona si la cautela necesaria tiene que ser llevada a sus límites, y como si quisiera demostrarlo el Padre John Tolkien dice: "La familia se encuentra bajo un abuso perpetuo de un tipo o del otro. Pasa todo el tiempo. Pronostico molestias sin fin cuando el film se estrene".

No todos en la familia participan de esta aparente mentalidad de estar sitiados. Simon Tolkien, hijo del primer matrimonio de Christopher, se ha mostrado en desacuerdo con la comercialización del canon de Tolkien y tambien con la división de la Tolkien Estate: "Al menos yo conocí a mi abuelo", se supone que dijo refiriéndose a los dos hijos de Christopher y su esposa Baille. Se cree que Simon aprueba calurosamente la producción de La Comunidad del Anillo, en la creencia de que una versión cinematográfica traerá una riqueza completamente nueva de lectores del trabajo de su abuelo.

"Quizas el problema con Christopher y Baillie es que a ellos no les gustan las versiones cinematográficas de los libros", dice uno que los conoce. "Pareciera que tienen una tendencia a distanciarse de ellas.

"El peligro es que cada vez que se presenta la posibilidad de hacer un film con cualquier trabajo de Tolkien ellos aparentemente parten de la premisa de que lo que sea que se vaya a hacer será horrible, barato, común y repugnante."

Hasta el año pasado la pequeña e independiente productora North Pole Productions estaba en negociaciones con los Tolkien para hacer una versión animada de uno de los trabajos menos conocidos de J. R. R., Letters From Father Christmas (Cartas de Papá Noel). El distinguido animador John Coates (quien ha ganado muchos premios por sus películas, incluidas The Snowman, Yellow Submarine y When the wind blows) fue invitado a supervisar la producción. El proyecto fracasó absolutamente después de 15 años de negociaciones.

Carolyne Cullum, una de las socias de North Pole, dice: "Fue increíblemente frustrante. Nos dieron una tarea casi imposible de hacer y pusieron tantas condiciones que fue difícil encontrar a alguien que quisiera poner dinero en el proyecto. Al final, la compañía productora estaba lista y la BBC estaba entusiasmada por hacer el film, pero nunca pasó nada".

Otra persona envuelta en las negociaciones añade: "Los Tolkien no tienen absolutamente ninguna experiencia en películas. Querian control total, hasta en la música, aun cuando no existía ningún apoyo financiero de su parte".

Alison Brierly, otra socia de North Pole, agrega: "Fueron los Tolkien los que se acercaron a nosotros para hacer el film. Hicimos todo lo que pudimos para cumplir con sus deseos y pedidos, tuvimos fe en ellos por años, y cuando finalmente pensábamos que se iba a hacer nos dijeron que habían cambiado de idea".

Los de North Pole no fueron los únicos incapaces de llegar a un acuerdo feliz con los Tolkien. El conocido realizador independiente de documentales Derek Bailey fue comisionado para hacer un film para celebrar el centenario del nacimiento de J. R. R. El mismo Bayle se niega a hablar de ello, pero alguien más asociado al programa dice: "Porque los Tolkien habían ordenado la pelicula querían decidir sobre las tomas. Como realizador, a Derek le pusieron un chaleco de fuerza.

"Si Christopher no hubiese guardado la memoria de su padre tan celosamente, Derek hubiese hecho un film mejor y más comercializable". Los Tolkien lo hicieron a su manera. Y sin embargo luego no estuvieron satisfechos con el film de Bailey: "Ellos esperaban ser capaces de controlar la realización", dice una persona envuelta en el proyecto. "Se desilusionaron con los resultados".

Al contrario que los autores que están vivos, quienes luchan por los derechos de autor fijados alrededor del 10 por ciento, los Tolkien ganan hasta el 50 por ciento de cada libro vendido, que se venden en enormes sumas alrededor del mundo, compitiendo con La Biblia y Shakespeare en las lista de Best Sellers. Se estima que el número de copias vendidas de El Señor de los Anillos es 50 millones y de El Hobbit 35 millones.

Christopher, quien alguna vez fuera profesor de Oxford, ha dedicado la ultima parte de su vida a editar los trabajos de su padre. Nadie podría cuestionar su cruzada dedicada a mantener los trabajos "puros"... pero ¿a qué costo? Completó El Silmarillion inconcluso de su padre con la ayuda del escritor Guy Gavriel Kay, quien luego vio su nombre eliminado del libro. "Trabajar con él fue una pesadilla", le dijo Kay a David Day.

Nada de esto debería importar, excepto porque los muchos millones de admiradores de Tolkien querrán naturalmente ver El Hobbit y El Silmarillion llevados a la pantalla. Pero uno no puede evitar sentir que ese deseo puede ser una visión más remota que el rincón más oscuro de la Tierra Media.

 

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